viernes, 8 de febrero de 2013

Seen and Not Seen [traducción]

Veía rostros en películas, en la tele, en revistas y en libros. Pensaba que algunos de estos rostros serían indicados para él y que, a través de los años, teniendo una estructura facial ideal alojada en su mente o en alguna parte al fondo de sus pensamientos, podría, por fuerza de voluntad, hacer que su rostro se acercase a aquel de sus ideales. El cambio sería sutil, podría tomar diez años o algo así. Gradualmente. su rostro iría cambiando de forma. Una nariz más aguileña, una boca más ancha con labios más delgados, ojos lustrosos, una frente más amplia.

Imaginaba que esta era una habilidad que compartía con la mayoría de la gente. Ellos también habían moldeado su cara de acuerdo a algún ideal. Quizás imaginaban que su nuevo rostro combinaría mejor con su personalidad o quizás imaginaban que su personalidad estaría forzada a cambiar para adecuarse a su nueva apariencia. Esto es por qué la mayoría de las primeras impresiones son correctas.

Aunque algunas personas quizá habían cometido errores. Habían alcanzado una apariencia que no tenía relación con ellos. Habían escogido una apariencia ideal en una pataleta infantil, un impulso momentáneo. Algunos ya estaban a medio camino y habían cambiado de idea. Él se pregunta si habrá cometido un error similar.