martes, 24 de julio de 2012

Contar hormigas

Yo estaba sentado en la gravilla, a un costado del parterre. Me dijo desde la ventana:
-¿Qué estai haciendo afuera? ¿Meditando?
-No, mirando las hormigas.
Se fue.
Cuando almorzamos me dijo:
-¿Por qué estabai contando hormigas en la mañana?
-No las estaba contando. Las estaba mirando. ¿Quién querría contar hormigas? Qué fome.
-Mirarlas, contarlas. Es lo mismo. Las dos son fomes.
-¿Cómo podrían ser lo mismo? Uno puede mirar las estrellas y está bien, ¿pero quién querría contarlas? Sólo un astrónomo o un imbécil.

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